El henequen, agave natural de la peninsula de Yucatan, parece que se dio para vivir en perpetuo sacrificio; ademas de ser sembrado sobre piedras y madurar a fuego solar, era cercenado, cortabanle los brazos espinosos, y a estos, aplastados con crueldad, extraianle su musculo de fibras para industrializarlo. Tantos siglos de tortura compartio con su verdugo de semejante destino, el campesino Maya, para proveer al mundo sogas de fibra de henequen que amarraban y sujetaban desde pequenos productos de uso domestico y comercial, toros feroces por sus cornamentas y buques monumentales en los muelles.

Fibras de sol y piedras, hoy han sido exaltadas a la altura del arte. Una mente purificada, un pulso afinado como cuerda musical, los del artista Horacio Cardenas, han labrado esas antiguas fibras con pulimento para darle forma y expresion de material extraordinario. Tan fino como la seda. Tan ductil como la miel, lo vemos asociarse en cuadros inteligentes y moverse para adquirir cuerpos por orden de la heuristica. Esta invencion no esta muda en su especie plastica, se hermana al lenguaje ceido y provervial, de manera que el color, la textura y la formas interpretan el contenido moral del texto que las acompaan y las frases de intencion emanada del pensamiento son una forma profunada de adoptar figuras.
La mezcla del henequen con palabras del pensamiento, crea una materia prima no comun en el arte. Lo material y lo subjetivo, no conciliables segun cierta recomendacion estetica en la poesia, aqui obtienen conceptos elocuentes. Cuadros de riqueza cromatica, formal y subjetiva que si a veces evocan modelos del pasado mexicano, logran "pensamientos y actitudes" de extrema contemporaneidad. Horacio Cardenas modela el henequen dandole cuerpo de tejido, cordon, palma, trenza, borla y con ello en el espacio plastico acomoda el movimiento a su armonia. Es algo que el artista pensador crea para profundizar en el ser humano. -Pintar para el espiritu-, propone Horacio Cardenas. Proyectar de adentro para fuera. La superficie es para el tacto. Pero estas reflexiones son un concepto diferente, tan es asi que desarrolla cierta magia que se origina, materialmente, de una fibra dura templada con sol y piedra, y, sensiblemente del alma pensante.

RAUL RENAN